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Hoy os traigo una nueva receta de mermelada sin cocción, como la que os enseñé hace poquito de frambuesas y chía. En este caso también vamos a aprovechar las cualidades gelificantes de la chía para hacer esta mermelada que va a tener un sabor delicioso gracias a la combinación de la granada y la naranja (si nunca las habéis probado juntas en zumo os lo recomiendo, es exquisito) y todo ello acentuado gracias al toque especiado de la canela. ¡Sin duda una mermelada de temporada muy especial!
DIFICULTAD: Muy fácil
TIEMPO: 5 minutos + reposo
INGREDIENTES para un bote grande de mermelada:
*el azúcar es opcional, puede omitirse perfectamente o sustituirse por otro endulzante.
ELABORACIÓN:
1. Vamos a comenzar obteniendo la ralladura de media naranja y la reservamos. Hacemos el zumo de las dos naranjas.
2. Por otro lado sacamos las pepitas de dos de las granadas y hacemos el zumo de las otras dos granadas (se exprimen con normalidad en el exprimidor, como si fuese una naranja)
3. En bol vamos a añadir el zumo de naranja y el de granada junto con el azúcar y la canela y vamos a remover muy bien hasta que esté todo bien disuelto. Añadimos ahora la ralladura de naranja, las pepitas de la granada y las semillas de chía y removemos bien para que se mezcle todo. Pasamos la batidora un par de segundos para que se medio triture todo, pero sin llegar a triturar en exceso, sólo unas pasadas.
4. Ponemos la mezcla en el tarro elegido, cerramos y llevamos a la nevera, donde la dejaremos reposando un mínimo de dos horas, aunque lo ideal es que esté de un día para otro.