Una mousse ligera y fragante, muy delicada y con un sabor diferente, que va a encantar a todos en casa. Es ideal como postre después de un a comida o cena copiosa, porque es muy suave y refrescante y sobretodo, es una idea genial para aprovechar esas chirimoyas que se nos han quedado demasiado maduras en el frutero.
INGREDIENTES para 4 personas:
-
4 chirimoyas maduras trituradas
-
1 sobre de agar-agar
-
120 g de azúcar
-
2 claras de huevo
-
200 ml de nata para montar
ELABORACIÓN:
-
Comenzamos calentando la pulpa triturada de las chirimoyas a fuego lento, sin que llegue a hervir, pero que queden bien caliente. Le añadimos entonces el agar-agar disuelto en un poquito de agua fría, removemos durante un minuto y retiramos del fuego. Dejamos enfriar.
-
Mientras tanto, batimos bien la nata con el azúcar, pero si que llegue a estar muy firme, con que quede semimontada es suficiente.
-
Por otro lado montamos las claras a punto de nieve. Ya sólo nos queda mezclar con mucho cuidado y movimientos envolventes la nata montada, el merengue y la pulpa de la chirimoya, hasta que esté todo bien combinado. Distribuimos la mezcla en moldes individuales o bien en una fuente y lo llevamos a la nevera por lo menos durante 4 horas para que se quede bien frío.
La mousse se conserva durante unos dos o tres días perfectamente en la nevera, pero os aseguro que se acabará antes :) Espero que os haya gustado y que os animéis a prepararla.
¡Nos vemos pronto con más recetas!