Todo lo que suena a ligero, saludable, hidratante o acalórico, nos da una confianza ciega en que podemos utilizarlo sin riesgos y que además estamos teniendo unos hábitos más correctos. Aficionarse a las infusiones es una de esas prácticas que mejoran nuestra dieta, pero que pueden provocar desequilibrios innecesarios que debemos conocer y evitar.