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Por Equipo de nutrición de Alimerka, 25 de enero de 2019
Promover una alimentación saludable desde edades tempranas es esencial para el adecuado desarrollo y crecimiento de los más pequeños. Sin embargo, ser críticos y saber hacer elecciones saludables en lo que a la alimentación de nuestros hijos se refiere, puede no resultar una tarea sencilla. Y es que cada vez es mayor la cantidad de información sobre alimentación y esta, no siempre tiene por qué ser veraz. Para ayudarte, en La Cocina de Alimerka te hablamos de algunas creencias en torno a la alimentación de los niños, que pueden resultarte útiles a la hora tomar mejores decisiones y crear hábitos alimentarios adecuados desde las primeras etapas.
Al niño que no come o come menos de lo que nos gustaría, ¿debemos obligarle comer?
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), obligar o presionar a los niños a comer no es recomendable debido a que puede ayudar a distorsionar la saciedad del niño y hacer que coma más, induciendo sobrepeso y obesidad. Además de generar una relación con los alimentos que puede resultar negativa y acrecentar las aversiones alimentarias. Si no quiere comer, no insistir en que lo haga. Los expertos apelan a la paciencia y la perseverancia.
¿Es necesario recurrir a suplementos para cubrir sus necesidades de crecimiento?
Ante niños que comen poco o no comen la cantidad que los padres entienden que sería adecuado, no es infrecuente que los padres se planteen el uso de suplementos nutricionales. Sin embargo, los expertos indican que un niño con peso y talla adecuada y sana no necesita ningún tipo de suplemento nutricional. Y en caso de valorar ofrecérselo, es importante consultarlo previamente con el pediatra. Hacerlo por nuestra cuenta puede acarrear un exceso de calorías u otros nutrientes innecesarios.
Dar mucha leche no es necesario para cubrir la ingesta de calcio
Las recomendaciones actuales de leche y derivados, se fijan en unos 500-1000 ml diarios. Además, en el caso de la leche, si no hay contraindicación alguna, se recomienda ofrecerles leche entera por su mayor grado de saciedad y su vinculación con menores tasas de obesidad. Sin embargo, la leche no es imprescindible en su alimentación y también es posible cubrir las recomendaciones de calcio a base de otros alimentos como legumbres, vegetales, frutos secos o pescados con espinas, siempre garantizando cantidades suficientes.
El desayuno puede no ser esencial
Según los expertos, algunos de los desayunos infantiles, se exceden en grasas, grasas saturadas, azúcares y sal. En este sentido, es importante, no obligar a desayunar a los niños que no quieren desayunar y en aquellos que sí lo hacen, optar por alternativas saludables a base de pan integral, tomate y aceite de oliva, aguacate o frutas enteras y lácteos.
Los purés, ¿aportan beneficios a los niños?
Pueden ser una buena forma de empezar a dar a conocer los alimentos al bebé a partir de los seis meses. Sin embargo, se recomienda que no sea la única textura en la que se ofrezcan los alimentos. El chafado o los trozos pequeños son buenas estrategias, según los pediatras, para que los puedan empezar a conocer los alimentos y la sensación que estos producen en la boca, así como a masticar y el adecuado desarrollo maxilar.
El zumo de frutas, ¿es una buena forma de que tomen frutas?
Según la AEP, la ingesta elevada de zumos, aunque sean naturales, puede contribuir a la ganancia inadecuada de peso y a la aparición de caries. Y las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria aconsejan limitar su consumo a una sola ración de las tres raciones de fruta recomendadas.
Y es que transmitir hábitos saludables desde la infancia tan solo aporta beneficios para su salud a largo plazo.