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La congelación correcta es muy saludable

Por Laura Pire, 18 de julio de 2014

la congelacion correcta es muy saludable

El arte de la congelación es muy antiguo y viene practicándose desde mucho antes de que se inventara cualquier máquina. Nuestros ancestros utilizaban diversas técnicas pero la más habitual era la compresión de la nieve para obtener hielo que luego utilizaban para conservar los alimentos.

Con la evolución de la tecnología se ha ganado, obviamente, mucha calidad en el proceso. Ahora sabemos que cuando congelamos un alimento, estamos frenando su descomposición, la alteración de sus características organolépticas y la proliferación de algunas bacterias que a estas temperaturas no pueden crecer ni reproducirse. Algunos parásitos como el anisakis, también se inactivan con la congelación, por eso es muchas cartas de restaurantes explican que el pescado fresco que van a servir casi crudo como los tatakis o los ceviches, ha estado congelado previamente para prevenir la presencia de este parasito vivo. Que lo indiquen es bueno.

Si congelamos en casa, debemos tener en cuenta que los alimentos tardan horas en congelarse y puede haber una pequeña pérdida de nutrientes, aunque la gran mayoría permanecerán intactos. En el caso de la congelación industrial, si se congela rápido y a temperaturas muy bajas (-30ºC), los nutrientes esenciales se mantienen intactos.

De hecho, muchas verduras y hortalizas congeladas contienen más nutrientes que sus homólogos frescos. Esto es debido a que los productos frescos pueden tardar días en llegar a nuestra mesa desde su recolección o incluso, habiéndose recogido el mismo día, quizá los tendremos en la nevera y no los consumiremos hasta pasados unos días. Durante este periodo de tiempo, van perdiendo de forma progresiva algunas vitaminas y minerales, sobre todo si las conservamos a temperatura ambiente. Curioso, ¿verdad?

Aquí os dejo algunos consejos para que congeléis con seguridad.

  • El frío puede provocar quemaduras en los alimentos por eso lo más recomendable es guardarlos siempre en bolsas especiales o recipientes aptos para congelar. Un alimento quemado por la congelación no es perjudicial para la salud pero si verá alteradas sus características organolépticas.
  • Cuando congeléis alimentos frescos no olvidéis anotar en la bolsa la fecha en que los congeláis para saber cuáles debéis consumir antes.
  • Revisar periódicamente la temperatura del congelador ya que esta debe ser siempre de -18ºC o inferior.
  • Envasar al vacío para aprovechar más el espacio y colocarlos en el congelador organizados por grupos de alimentos para localizarlos con más facilidad.
  • Congelar siempre por raciones, así a la hora de consumirlos solo descongelaremos la cantidad que necesitamos.
  • Al contrario de lo que pasa con el frigorífico, cuanto más lleno esté el congelador y más juntos los alimentos, mejor se conservarán porque se la temperatura se mantendrá más estable.
  • Antes de introducir un alimento en el congelador hay que dejarlo enfriar ya que si introducimos alimentos calientes, recién cocinados, podría elevarse la temperatura del congelador y afectar a la conservación del resto de alimentos.
  • Recordad que nunca se puede volver a congelar un alimento que ya hemos descongelado.