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Si os gusta la panna cotta tradicional, no os podéis perder esta versión que os propongo hoy, con un toque tropical y muy refrescante gracias al coco y la lima, y todo ello coronado con una deliciosa salsa de albaricoques, que ahora están en su mejor momento. Además, esta versión es vegana, es decir, sin ningún ingrediente proveniente o derivado de origen animal. Es 100% vegetal y perfecta para darnos un capricho dulce delicioso, porque es muy ligera.
¡Espero que la disfrutéis!
DIFICULTAD: fácil.
TIEMPO: 30 minutos + reposo.
INGREDIENTES para 4 personas:
• 500 ml de leche de coco y arroz.
• la ralladura de una o dos limas (al gusto).
• 1 sobre de agar-agar.
• 1 cucharada de azúcar.
• unas gotas de aroma de vainilla.
• 8 albaricoques y una cucharada de azúcar para la compota.
ELABORACIÓN:
• Comenzamos poniendo en un cazo la leche de coco y arroz con la ralladura de la lima, la vainilla y la cucharada de azúcar y calentamos a fuego lento para que todo se combine bien, removiendo de vez en cuando. Cuando comience a hervir, le añadimos el agar-agar, previamente remojado en un dedo de agua fría y removemos todo muy bien durante un minuto para que el agar agar se disuelva y haga su efecto. Repartimos entre los cuatro moldes y dejamos enfriar antes de llevar a la nevera un par de horas para que se quede perfecta.
• Mientras tanto podemos ir preparando la compota de albaricoques, para ello los partimos en trocitos y los ponemos en un cazo con un dedo de agua y la cucharada de azúcar y dejamos cocinarse a fuego muy lento hasta que tengamos la compota a nuestro gusto, a más tiempo, más reducirá y más espesa se quedará.
• Servimos la panna cotta con la compota ya fría por encima.
¿Habéis visto que sencillito? Y la combinación de sabores es deliciosa, estoy segura de que os va a encantar. ¡Espero que os animéis a probarla y me contéis qué tal!